Concierto en Do Mayor, Opus 35 Tchaikovsky
Hoy escuché a Tchaikovsky nuevamente,
Después de sesenta años de silencio
Concierto en Do mayor opus 35,
El mismo de mi arrobo adolescente
Que a media luz sonaba suavemente,
En un negro acetato que era entonces
Privilegio de ricos y pudientes.
Lloraba en el diván emocionada,
Dos discos desgasté, tanto tocaban.
Ese concierto fue con su romance
El impulso vital de la armonía
Que encaminó mi alma a la belleza
Extendiendo mis alas de poeta.
Qué elevación en mi alma se desata
En las notas que estallan en caricias
Qué sensación de tiempo estacionado
Qué realidad, mi cuerpo diferente.
Mientras, la vida permanece a un lado
Esperando paciente a que regrese
De ese sueño que entonces, fue presente.
¡Qué suenen los violines, y desborden
En lágrimas adultas mis quimeras!
Y que sigan perennes resonando,
En mi mente, por siempre adolescente,
Las incipientes notas que me dieran
El alma de poeta, en la que medran.
©Yolanda Arias Forteza
Agosto 6, 2013 18:15 hrs.
A RITMO ACOSTUMBRADO
Amarga pena en mi ansiedad porfía
Para que permanezcas a mi lado,
Cuando con o sin razón sonría
En mis ojos de brillo equivocado,
Tu recuerdo se aloja. Paralelo
En lo nimio, también lo exagerado.
Es mi mente quien rige la atadura
De mi alma a tu alma. Palpita solo
El corazón, a ritmo… acostumbrado.
©Yolanda Arias Forteza
Mayo 25, 2014, 11:10 hrs.
DE NUEVA, CUENTA.
Un mes ha pasado y no sé de ti
inútil espera pues mi alma sabe
que ya te perdí. Fue postrero
el beso que tembló en mi boca
ese mediodía de un agosto claro
que al perderse vano
se me ha vuelto gris.
Tú ya lo sabias, más no te atrevías
a decirme llano lo que yo intuí.
Lejana tu alma, tu beso lejano,
eras quien partía, daga silenciosa
en artero juego, que manipulabas
para desistir. Un silencio denso
nos envuelve ya, la muerte del alma
que fue traicionada, un juego infantil
disfraz de un adulto medroso, insincero
que ha despedazado mis rosas de abril.
No pienso rendirme, ahora más que nunca
yo creo en el amor, en ese perfecto
que espera mi alma y que ha de venir.
Hoy alzo la frente y de nueva cuenta
te cubro de olvido , regresa al pasado,
no eres para mí, no lo fuiste entonces,
ni lo eres ahora, ya lo comprendí.
Me vuelve la risa Comienzo, a… vivir.
©Yolanda Arias Forteza.
Septiembre 15, 2015 20:50 hrs.
DEVUÉLVEME ESE SUEÑO
Para conmigo misma, cargo inmisericorde
el peso de dos penas. Una me corresponde;
más, otra que es ajena también reside en mí.
La mía es por cobardía al sentir una herida
ante tu desamor, por no decir en tiempo
lo que correspondía, y pedirte me amaras,
como te amaba yo. Que nada pasaría,
y todo estaría bien. La otra pena es, por… ti.
Pena, por no atreverte y no saber qué hacer
por no entender que vida sólo hay una
y se aleja en el miedo aberrante de retener
lo que amas, de amar en las ausencias,
sin requerir presencia y aún, así… vivir.
Entre esas penas hondas vago sin descansar,
en la tuya me arrullo y el consuelo me arropa
tan sólo de pensar que sufriendo la mía,
en mí te extrañarás. No sé ya si te amo,
no sé si me amarás y es incógnita inquina
la que me hace llorar. Cuando el mío era volcán,
tibio amor era el tuyo, nunca encendido estuvo,
por tu miedo de amar. La vida continúa en rutinas
supinas, en amor desvalido sin ganas de esperar.
Por medio siglo estuvo vigente en mi razón
y sólo una noche, un día, contuve tu cuerpo
en comunión, cerca tu corazón.
Hoy extraño aquel sueño que tanto me duró.
No sabía que si un sueño se cumple, es porque,
ya… murió. Hiciste tuyo el sueño, quimera
postrimera que en tu mente aburrida la rutina
fraguó. Devuélveme ese sueño. No era de, los… dos.
Yolanda Arias Forteza. ©
Septiembre 18, 2015. 12:00 hrs.
DETENGO EL RELOJ
El reloj del tiempo gira hacia delante
Mi tiempo a la inversa, la huella dejando.
Huella que se marca sin resentimiento
Podas que revisten la vida de cuento.
El reloj girando, el tiempo… pasando
Risas de la infancia flotan en el viento
Aromas eternos de dulces alientos
Iglesias, verbenas, amigos, maestros
Clamando la mente, por nuevos… intentos.
El reloj girando, el tiempo… pasando
Lenta adolescencia de soñar incierto
Amores callados, imberbes, discretos,
El club, el tochito, tenis y mezclillas
Caminatas largas, cabellos al viento.
El reloj girando, el tiempo… pasando
Resplandor, destello, del amor el beso,
Temblor de azucena en el labio quieto.
Y el conocimiento surge de repente
Embarca, la mente, robando la calma.
El reloj girando, el tiempo… pasando
El amor invade de repente el alma
Se emprende confiada, veloz la carrera
La entrega, la casa, los hijos, escuelas
Engaño, divorcio, trabajo, las penas.
El reloj girando, el tiempo… pasando
Los hijos, quehacer de la vida
Si sonríen, alegran
Si triunfan, compensan
Se casan… los nietos
El reloj girando, el tiempo… pasando
Amor a destiempo, llanto, destemplanza,
Renuncia y anuencia de una vida larga,
Podas que precisas, a que crezca, el alma
Caminatas lentas, los sueños, al… viento.
El reloj girando, el tiempo… pasando
Inquieta conciencia,
Se va la inocencia, surge el intelecto
Hartada de tiempo, detengo el reloj
Al paso del tiempo, me descubro en… Dios.
Yolanda Arias Forteza.©
Noviembre 23, 2011, 11:43 hrs. (más…)
SÓLO… JUGLAR (Septiembre 16, 2015) 9:00 hrs.
Privilegio exclusivo del que escribe
es plasmar ensueño o realidad
sobre los lienzos. Para el ojo lector
es el poeta quien reviste de gloria
o de miseria su propia identidad.
No siempre; aunque, a menudo la imagen
que virtual desencadena, es una irrealidad
o es verdadera. No dable está el juzgar,
la psique altera y etiqueta sin más,
a su manera. El ojo que, atento,
en mis versos se desvela,
que sin prejuicio lea, soy sólo
cuenta cuentos. juglar de sentimientos,
de hechos y supuestos, la verdad
está en mí. Lo que escriba; por norma,
podrá ser… predicamento. El ensueño
pertinaz en que desplazo mi idea
de realidad que irreal me pertenece,
elucubrar constante de mi mente intentando
atrapar un sueño ausente, estampas
del consciente, viento suave
que inicia en el Oeste, tiempo ancestral
en que existí y en las letras se mece
y se desliza en rumbo fantasmal hacia
el Poniente, estela luminosa de mi alma
transfigurando la materia, en falaz
intención de un, alcance… infinito.
Yolanda Arias Forteza.
SIN, TI… VACÍA (Septiembre 15, 2015) 22:50 hrs.
Muere mi inspiración, no hay sentimiento
que induzca la palabra y atice el crisol
de mi poesía. Te fuiste tú y me quedé vacía,
incrédula te pienso, indigna. Insomne
me desplazo en áridos senderos de sequía
en que los cardos crecen a porfía,
sin humedad de aliento. En… agonía.
La ilusión zozobró, pura mentira.
Ya quiero regresar al tiempo ido
en que toda mi esencia derramaba
en tu amor, si bien controversial,
seguro en la constante de mi vida,
sin traiciones, ni roces, aún sin alegría;
mas, eterno, confiada en mi osadía.
Monólogo sin fin que traducía
en diálogos de prosa interminable
en poemas y en versos desmedida
en los que me amabas y te correspondía.
Él fue un desliz, amor que eterno protestó
sólo por conseguirme: Fui nombre de carnet,
la flor de un día. Lo intentamos los dos.
No soy su amor. Mi amor no es él.
Ninguno, lo… sabía. Regreso a ti..
Vuelve a mi vida, regresa a mis insomnios
ahora y para siempre, colofón de mis días.
Estando entre sus brazos en los tuyos dormía.
Su amor era tu amor, en ti yo sucumbía,
su carne tuya. Los besos que me daba,
de ti los anhelaba, de ti los recibía.
De ti mi inspiración sin, ti… vacía.
Yolanda Arias Forteza.
POMPAS DE JABÓN (Julio, 2004) 22:00 hrs.
A mi nieto Miguel Angel Rangel Sosa
En las pompas de jabón, veo tu rostro sonreír,
Tus ojos brillan con luz, cuando las miras fluir.
Al soplo suave, medido de tu aliento infantil,
Nada más importa aquí, sólo su efímera luz.
Ventanas iridiscentes se transforman del jabón.
Tu mamá, tu tía, tu hermana y yo, platicamos…
Mientras tú te vas muy lejos en las pompas de jabón.
Yo desviando mi mirada te observo llena de amor.
¿Que confines visitaste?, luz de luna te bañó,
¿Cuál color te sublimó? Volabas con los colores
Y el jabón para mis trastes, en magia se transformó.
Una vida de colores contuviste en un instante
Cuando solo te quedaste viviendo en una ilusión
En una pompa brillante, tu sonrisa, contenida
En una risa vibrante, como una pompa… estalló.
Yolanda Arias Forteza
YO TE, BUSCO… POESIS (Marzo 20, 2006) 13:00 hrs.
Yo te busco Poesis, escondida
Entre burdas palabras, confundida;
Mas, has de deslumbrarme en el ocaso
Cuando renazca la ilusión perdida.
Cuando descubra que el Amor alienta
En cada ser que este planeta, anida.
En el más dulce sonido que se vierta
Y el acervo más puro y más perfecto
Con que expresarse pueda el sentimiento.
En la razón, el corazón acierta
A encontrarte en la esencia de la vida.
En el quehacer que inspira el intelecto
En el roce de un beso tan querido
En el que no se ha dado, por discreto.
Y emitiré mi canto en llanto confundido,
Y elevaré a los cielos mi pasión perdida
Y seguiré luchando hasta encontrarte en vida
Aunque esquiva parezcas, en mí estás retenida.
Y llegarás un día a enseñorearte
En todo lo que soy, por lo que he sido,
En la promesa de un amor perdido
Que en ti se solazó, cuando llegaste.
Y alcanzaré mi canto más perfecto
Al declarar en ti lo que concibo
El más sagrado don, el verso puro.
Así, valdrá la pena
En tanto desamor haber vivido
Y con tanto dolor, haber crecido.
Para encontrarte a ti, al fin de mi camino,
Poesis, he… nacido.
Yolanda Arias Forteza
EN LA ETERNIDAD (Junio 1, 2006) 11:20 hrs.
Amor violento se acercó a mi vida,
Bañando de pasión mi corazón,
Soy mar sin playa donde no hay orilla
Ola rompiente, sin espuma, soy.
Vela de barco que bogó rasgada,
Por cruento viento,
Sorteó tempestades,
En el falaz intento de llegar a ti.
Busco una brújula
Que mi ruta oriente,
Muelle y amarras
En seguro puerto
Si cuando llegue
Tú no estás ahí,
¡Que ruja el viento
Lloren tempestades!
¡Sea mi lamento
El que te acose, lento,
Por todo el tiempo,
Que pasé sin ti!
Yolanda Arias Forteza
CADA MINUTO (Marzo 21, 2006) 9:40 hrs.
Hay miradas en los ojos
En que se traduce el alma
Miradas que con enojo
A veces pierden la calma
Otras hay que se sonríen
Al mirarnos a la cara,
Otras, que se desvanecen,
Con indiferente calma.
En los ojos de mis hijos
Encuentro siempre respuesta.
Si están felices, me miran,
Si tristes, me dan la vuelta.
Candor en ellos encuentro,
Ocasionales preguntas
En sus miradas adultas,
Si los amo, me preguntan.
Todavía no se dan cuenta
Que envuelven de amor mi Sino
Y mi camino perfuman
Con un aroma de espliego
En sus alegrías, contenta,
A sus problemas, alerta
Y en sus penas, desespero.
Que cada minuto… cuenta.
Yolanda Arias Forteza
SOBRE LA MUERTE (Abril 3, 2004) 22:30 hrs.
Yo no sé que pensar sobre la muerte,
Escalofrío de horror corre en mi mente
Al solo imaginar que algo tan frío,
Hiele de pronto mi cálido presente.
Por eso, mientras mi cuerpo tenga vida,
Mientras el alma dentro en mi ser aliente,
He adorar las manos de vida bendecidas
que acarician mi cuerpo, reverentes
Y los labios que besar osan mi frente.
Cálida vida que corre por la entraña,
Que se arrulla feliz entre mis venas,
Como un río que en Verano fuera,
A entregarse en los brazos del océano.
Así mi corazón diario recibe
El torrente de sangre que alimenta
No tan sólo mis órganos y venas,
También se nutre con mi sentimiento
Que trasfunde en el líquido viviente
Vivencia y experiencia atesoradas
Mi sangre no es solo proteína
Es Arcano en que escribo mi presente
Mi pasado no ha sido aún olvidado,
Ha quedado plasmado aquí en mi mente
Y mi sangre así ha recopilado
Su glosario de vidas diferentes.
Soy ahora producto del pasado
Y mañana seré quien soy ahora
La sangre que hoy corre por mis venas
Marcará en ese entonces mi presente.
Repetición seré de lo que he sido
El esfuerzo que hoy hago, la simiente,
Mi espíritu trascenderá en el infinito
Colmado de enseñanzas y dibujos,
Responsable soy hoy por quien yo sea,
Y aún con la esperanza de otra vida,
Aún así, me sobrecojo… ¡Muerta!
Yolanda Arias Forteza
EN… AGONÍA (Septiembre 1, 2015) 23:15 hrs.
De mil formas te digo que te amo,
en un canto de amor que por la noche
entona el corazón desesperado.
En gemidos de pena y de quebranto
cuando la sombra tiende en mí su manto
y te llamo y no acudes a mi lado.
En el alba, ya tibia, o serena,
ya cargada con la melancolía
que pulula en mi alcoba taciturna
y en insomnio me tiene y en vigilia,
anhelando tu beso en la mejilla,
resbalando a la orilla de mi boca,
absorbiendo mi aliento, en… agonía.
Porque muero sin ti cuando la noche
se desplaza en eterno medio día.
Sin tenerte, sucédense los días
rebasada de pena y en morriña. Ven, acércate.
Mira mi alma que joven permanece
en un cuerpo que sin pausa me envejece.
Ya no mires mi carne, soy ya, plasma
fusionado al tuyo pertinaz,
como hiedra en la piedra, contumaz.
Ese estar y no estar en el pasado
viviendo en un presente que te extraña.
Incongruente espera de un mañana
en que nunca estarás; pues,
en la incertidumbre de la muerte,
no sé si te he de hallar,
cuando en la tierra se esparzan
mis cenizas y el alma se deslice
en las colinas de un cielo sin umbral,
un horizonte, sin frontera, ni… final.
Yolanda Arias Forteza.©
ADORMIDERA (Junio 8, 2014) 14:40 hrs.
Al roce de tu piel adormidera
Que huye de tu abrazo, cautelosa,
A tus requiebros, reticente y sorda
Pues así me prefieres, veleidosa.
Evasiva seré si me buscaras
Como un rayo de luna que perece
Así me perderías si me encontraras,
Al hacerse la luz cuando amanece.
Yolanda Arias Forteza
SIN FIRMA, NI PAPELES (Septiembre 1, 2015) 17:00 hrs.
Quiéreme así, sin firma, ni papeles
quiéreme, sólo por quererme
como se ama la vida sin saberlo,
como el viento se envuelve entre las hojas
como el agua desciende entre las piedras
y la espuma en risa se convierte.
Deslízate furtivo en la penumbra
de la alcoba que abierta te presiente.
Entrelaza tu cuerpo entre mis brazos;
pues mi alma en los tuyos se abandona,
sin temor al olvido o al fracaso.
Amantes sí; mas, en querencia amados,
viviendo eternidad en un abrazo, en versos
que se arropan en los besos que negaron
antaño nuestras bocas. En tus brazos
me voy desperezando y caída sin fin
es mi abandono, ya los dos avanzamos
sin retorno anudados por siempre,
sin pretender amarnos de otro modo
Este amor es pecado de dos,
que nadie más conoce es el gozo de dar
en la entrega falaz de un contacto
o un roce, presintiendo un invierno,
imperio del olvido donde ahora es hoy,
el pasado murió y mañana, no… existe.
Yolanda Arias Forteza
NOCHE Y DÍA (Abril 29, 2013) 18:55 hrs.
En rescoldos de anhelo insatisfecho,
Renace el fuego de mi amor… dormido
Aquí en la obscuridad, sola, en mi lecho
Busco y encuentro tu vital latido.
Y se crecen mis ansias en las tuyas
Y crece tu avidez y en mi declina
Una vez y otra en sincronía, invadiendo
Un sendero, sin ti obscuro
Que iluminas con rosas de locura,
El pasaje secreto de mis dudas
Esclarece en cámaras obscuras
Consecuente es amor en cercanía,
¡Cómo, entonces te tengo, vida mía!
Cómo hay noches que, ingenua,
A ti me estrecho y tu arrullo
Adormece mi agonía?
Se supone que existe lejanía,
Mas, mi anhelo no sabe de distancia,
A mi cuerpo te acerco, noche y día.
Yolanda Arias Forteza
SIN PUERTA, NI… ESCAPE (Agosto 6, 2015) 17:57 hrs.
En mi infancia hubo puertas que antojaba, imponentes.
Puertas. Descomunal recuerdo. Desafiantes, altivas,
de madera gastada, con sus goznes chirriantes
que llenaron de miedo y goces expectantes
el sencillo deleite de girar picaportes, o de insertar
la llave en el ojo aberrante, temiendo que no abriera
o que, abriendo… temiera. Portón que me acogiera
con cuatro primaveras, que perfiló, primero, mi alma
de poeta, la sencilla belleza de pensar sin hablar,
la reflexión constante de mirar y saber
de las cosas pequeñas, a lograr comprenderlas,
sentada en travesaño del marco de madera.
La puerta majestuosa con su aldaba de bronce,
de un león con melena, y la voraz manera
de sus fauces abiertas, y sus ojos de fiera.
Una puerta muy alta, del azul más profundo
que jamás concibiera, que al toilet no se abriera
en la primera noche que pasara en mi escuela
por nueve años interna. Un vestíbulo enorme,
como la noche negra, y me privara entera
de poder contemplarla como entrada sincera.
Regresé al dormitorio, el de las niñas nuevas,
sin que nadie me viera y la vergüenza honda
de humedad en la cama, me persiguió por años
de insidiosa manera. Ahora me pregunto
si distinta no fuera, si algo en mí distinto,
porque la puerta, aquella noche…abriera.
Muchas puertas he abierto, y cerrado por siempre
con llaves prisioneras, herrumbre entre llaveros
que hoy permanecen quietas en cajas de madera,
¿a cuál pertenecieron?
si semejan quimeras, silenciosas, esperan
y no saben que aún abren en recuerdos las puertas
de mis casas primeras, guardando mis secretos,
y conservan memorias de glorias, alborozos
de cenas navideñas, lágrimas y penas. Hoy madura,
recuerdo esas puertas silentes y es el alma quien abre
otra, plena… consciente. Puertas hay que detienen
el paso hacia la mente. Son puertas que, invisibles
delimitan umbrales que nunca han de mostrarse,
habitaciones sordas, encrucijadas, laberintos tan propios,
misterios del crecer que a nadie atañen y se muestran
tan sólo al elegido. Son las puertas del alma,
sin el acceso franco, con cerraduras y candados blancos.
La llave, sólo el símbolo. La clave, el instante preciso
en que habrá de insertarse, ese momento idílico
que conjuga en unión, razón y conmoción,
abriendo el corazón, enmudeciendo el labio.
Dando paso al amado, la puerta ha de cerrarse
y así, aventurarse por vestíbulos negros, pasadizos
secretos por los que sólo leve, la intuición transita.
No hay marcha atrás, la puerta ya no existe.
Has dado paso en tu alma a la Poesía y vagarás eterno,
en su conquista. Perpetua desazón, incógnita respuesta,
inquietud galopante encendiendo tus venas, atrapada
en poemas, por sólo imaginarlos. Sin puerta, ni… escape.
Yolanda Arias Forteza.
AJEDREZ (Noviembre 5, 2004) 7:45 hrs.
CÁNTAME (Enero 12, 2010)
Juglar de cantos antiguos
cantor de endechas de amor,
ven y cántame de vida
a mí que canto al dolor.
Enséñame que a una herida,
si le cantas se hace… flor,
que las hierbas en el campo
son promesas de verdor
que las piedras y la arena
y las rocas el color;
pues, tu voz estremecida
es mi esperanza perdida,
disfrazada de canción.
Yolanda Arias Forteza
AUNQUE SEPA DE TI (Septiembre 24, 2014) 8.04 hrs.
Aunque sepa de ti, también te extraño
En ese desear más que nunca llega
En ese releerte en que el consciente
Nada logra atrapar, inoculado.
Es pretender llegar a ti, tenerte.
En soledad deambular por un collado,
Sin algo conseguir, sin ofenderte.
¡Cómo puedes saber cuánto te quiero
Si mi labio enmudece ante tu altura!
¡Cómo un dios podrá adorado apercibirse
Si no entiende el sentir de quien esclavo
No siente merecer ni ser mirado.
Aún amada por ti, me empequeñeces,
aunque rasa me eleves a tu altura,
eres eso inefable que se mece,
en mi pecho en mi alma, en mi cintura.
Aunque sepa de ti, te estoy pensando
y en ese pensamiento está temblando
mi ser todo. También, estoy… llorando.
Yolanda Arias Forteza
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