Gente, amarga
Los, amargados…
De la gente no tolero la apatía,
La mirada casual e indiferente,
Gente necia que pasa sin mirarte
O si lo hace descarada, es insolente.
Niega pan, el cobijo y simpatía
Gente insulsa, iletrada, que indolente
Pasa encima de tu muerte sin hablarte
Levando la, cabeza… simplemente.
La piedad va a la par con la empatía
El tender una mano al indigente
Nadie exento a caerse de repente
Gente amarga, soberbia y displicente
Enferma de poder, por… accidente
Con la que convivimos, día por día.
Yolanda Arias Forteza
Mayo 23, 2020
En la diana
Hace uso de vocablos que difícil oyera,
Saboreo sus ideas bizarras, imprevistas,
No exentas de consejas y frases costumbristas
Mi introspección promueve, a su manera
Los conceptos espeta educado, insolente
A todos nos atañen y a otros mortifica
Verdad en todos ellos, que en verbo justifica
Y termina minando algún ego emergente.
Versos, como saetas se centran en la diana
Del pensamiento caro y las ideas malsanas
En golpes impasibles como de agua liviana
Riego constante y fluido, en mis claras mañanas
Esperado el regreso de un verbo que desgrana
Palabras de poeta, en marañas y lianas.
Yolanda Arias Forteza
Febrero 20, 2019
La luna
¿Por qué será que la luna
nos induce a hablar de noche?
¿Qué será que nos inspira
a expresarnos, en derroche?
Callada luna de nácar,
siempre me escucha sonriendo
sin sonidos que avasallen
el fervor de mi denuedo.
A veces se esconde lejos
dentro de un oscuro cielo
y se presenta en un otro,
donde se pierde mi anhelo,
donde se rompe en quebranto
una cascada de llanto,
en la ribera de un río,
que es de él y yo no alcanzo
y escucha lo que acumula
mi pecho en una vertiente
que ha encontrado su cauce,
en el gemido de un sauce
que el viento lleva temblando,
hasta ese lado del río
donde he perdido a mi amante,
en donde calor, ni frío.
De noches sin luna, extraño…
eso que nadie me sabe,
eso que me gusta tanto
esa sonrisa que tiene,
la luna, cuando, le… canto.
Yolanda Arias Forteza
Enero 26, 2005, 23:00 hrs.