Toros y gallos
Hecho cultural, sostengo,
de prácticas malhadadas.
Lo que de España no apruebo
Es el vestirse de luces
Para ensangrentarse, luego
Y de verdad, sólo espero
Que con el tiempo de ello,
Solo exista en los anales
De su práctica, el recuerdo.
Mis dos sangres son remedo
De historias y de pasiones
En México, son los gallos
Los que afectan mis patrones.
Sangre por sangre regada,
Y bárbaras tradiciones.
De enriquecerse, a lo vil.
Es mi voz aquí y ahora,
Es mi voz que en la deshora
Alza el tono. Es la que implora
Qué se acabe el barbarismo
España, México… ¡Lo mismo!
Con nadie he de disculparme
Por lo que dicta conciencia;
Pero, en recto desacuerdo
Es que pierdo la paciencia.
Es Dios, quien en medio está
De los que sin voz, nacieron
Por eso me dio conciencia,
A que cante lo que soy.
¿La intención de este poema?
Primero fue una quimera
Que se diluyó en un canto
De un verbo, lleno de… amor.
Sus gritos llenan el orbe;
pero nacieron, sin… voz.
Yolanda Arias Forteza
Marzo 22, 2005, 2:00 hr.
El muestrario
Instituto Mier y Pesado
Memorias, 1950
Nueve años aún no cumplía y a esa temprana edad
Manos buenas, bendecidas, de bondades investidas,
Madres del Verbo Encarnado, ojos azules, pacientes
Me enseñaron a bordar. Con dedicada porfía
con putadas delicadas, las agujas a ensartar,
Sobre la trama acremada y grados de dificultad
En once pedazos de lino, todos de tamaño igual.
Cada retazo está lleno del olor al paño limpio
puntaditas desfasadas, llantos y desasosiego
del temor a no lograr la perfección al bordar.
Verde el hilo, delgadito nunca más largo cortar
Nada de desperdiciar, economía y voluntad
Uñas y manos prolijas tanto, como el delantal
al terminar el muestrario, impecable debe estar;
Pues, lavarlo ni de gracia, se puede considerar.
Cada puntada un rosario de detalles a cuidar,
trazo, distancia y tamaño, obligadamente igual.
De cuatro a cinco los jueves, cuarto año escolar
Punto de cruz en manteles, el delantal de mamá
Los complejos deshilados en el aro deslizar.
Las crinolinas plisadas que nunca podré olvidar.
Ahí bordé de esperanza mis ansias de libertad
Así aprendí que en las metas se debe perseverar
Las acciones cual puntadas, una a una, pequeñitas
Los trazos irrepetibles, un muestrario de belleza
Entre lágrimas y risas, constancia y tenacidad
Van el alma a retratar, en géneros pequeñitos
Con hilos muy delgaditos tu vida, toda… bordar.
Yolanda Arias Forteza
Febrero 18, 2020, 20:40 hr.
A mi modo
En páramo reseco donde hierba no crece
Tierra yerma, arena, que desierto parece
Soledad en el alma que la carne estremece
Bajo cielos azules, con nubes de arrecife,
Reniego de la calma, mi espíritu perece.
Elévenme quimeras, sacúdanme pesares
No dejen que olvide que vida, son andares
Que por la edad renuncie a corregir errores
A presentir de nuevo del amor, los temores
Y a mi pecho contento, vibrar con emociones.
Que no pase de mí, el asombro de infante,
Ni me olvide del gozo que me causan las flores,
Que un abrazo me llene y que un beso me eleve,
Que ame sin medida a todos mis quereres
Y me derrame toda en todos mis quehaceres.
Que nido de indolencia mi pecho nunca encierre
Ni en mar de indiferencia mi conciencia navegue,
Impulso y compromiso, me mantengan alerta
Para vivir completa, la vida que me resta,
¡Decidida, a mi modo!
Yolanda Arias Forteza
(Octubre 21, 2005)
20:00 hrs.
El silencio
El silencio nos habla.
Habla en brisa sin lluvia,
Cuando mece un recuerdo
Que dejamos colgando
De las ramas del alma
Nos habla en los olores
Que aunque no dicen nada
Nos envuelven en leche
De la madre y la infancia.
Donde dulces y risas
Se acumulan y cantan
Nos habla en el obscuro
De una noche alargada
En mañanas difusas
Con luces neblinadas,
En miradas nos habla,
En gestos, en intentos
De frases no acabadas.
¡Qué alta y cuán clara
Es la voz del silencio!
Cuando grita la pena
Que se guarda callada
Silencio cuando escribo
Y nadie escucha, nada.
Silencio en esta pluma,
Que deslizo, por… nada
Yolanda Arias Forteza
(Febrero 25, 2004)11.45 hr.
Yolanda Arias Forteza
TIERRA DE VIOLETAS 