***Liras de sentimiento y belleza *** Yolanda Arias Forteza

Archivo para noviembre, 2015

UN MUNDO DE PALABRAS

Dame Señor el claro entendimiento

a saber por qué insomne me alimento

de cantar en un verso lo que siento.

Di de dónde me nace el sentimiento

de que en vez de dormir esté despierta,

repetido mil veces el acierto de un vacuo

pensamiento que estimula de modo

impertinente el verbo en que te adoro

aun, sin verte. Hazme saber la razón

por qué permito que en mis letras

refleje mi presente si relato el pasado

que no existe, y los sueños persisten

en llevarme a un estrato de vida diferente

al que desilusión y muerte no resisten.

Di Señor, dime la consecuencia de querer

trascender a otros confines de ignota

realidad que percibe nirvana la creciente

ansiedad que de Ti, tiene el alma

que al nacer me diste. Di, pues no capto

en mi ínfima miseria el desencanto

del divino pensar, de la conciencia,

de la existencia misma ¡Qué me alienta,

qué promueve la gesta y el empeño

de plasmar mi inquietud en la poesía!

Un mundo de palabras me entregaste

donde mi pensamiento anda y desanda,

extenso marco en el que a cada instante

construyo un universo paralelo al tuyo

que nadie sino yo capta, es mío en color

y relevancia, tiene planos de amor

que nadie alcanza  avernos tiene

de desesperanza;  mas, siempre vuelve

a Ti, centro y templanza de todas mis

acciones la pregunta del designio de ser

y de estar viva.  Tal vez, sólo tal vez

en mi palabra he de encontrar yo misma

la respuesta, cuando, sin pretender

ni darme cuenta, consiga con algo

de ternura, con una reflexión serena

o un pensamiento, eterna paradoja

que en mí encuentro, enjugar una lágrima,

consolar una pena, aliviar en un pecho

el sufrimiento, alentar su esperanza,

despertar en otra alma, un… sentimiento.

 

©Yolanda Arias Forteza

Noviembre 27, 2015, 9:45 hrs.


UN BESO ESTREMECIDO

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A la noche comí tres chocolates cuando

en rigor uno sólo es que debía, me demoré

en subir, lavar mi boca y la pasta de menta

no alcanzó a librarme del pecado del gusto

a chocolate que tenía. Ascendí la escalera,

en mi mano una rosa roja perseguía junto

a mí la traviesa intención de enamorarte

y su fragancia toda me envolvía. Me puse

el camisón, ya es de franela. Besé la rosa,

la posé en la almohada en la seguridad

que la verías. Un beso te dejé sobre                l

la almohada un beso entre una rosa roja,

Marchita ha de encontrarla el nuevo día,

pensé; más, si él encuentra el beso

dormido entre sus pétalos, otro me dejará

que estremecido me compense el no haberlo

sentido. Y, en esa ocupación me adormecía.

Y fue la noche de caricias plena,

en la que comprendí que en el momento

de quedar dormida, iniciaba contigo la vida

que quería. Ya no temo dormir, quiero estar

viva en cotidiano amor, aunque dormida.

Ser disyuntiva en que elijas estar porque

me amas, en que sepas que por ti mi alma

clama, para que sientas que de ella se derrama,

la inquietud de este amor que fuera un día

desazón y dolor; pues intuía que en un tiempo

de Dios, también te perdería; mas, nunca

imaginé sabrías todo lo que me has dado,

eterna sobriedad de la alegría que te veré

ectoplasma pleno de energía, en un foro

infinito donde la eternidad parece un sólo día.

Esta mañana contemplé la rosa que a mi lado

aún permanecía, roja, radiante, luminosa

bajo un rayo de sol que refulgía, fresca aún,

de mis lágrimas bebía vida inerte

que me correspondía, besé la rosa

y en fulgor de rayo supe que dentro

en sus pétalos dormía el beso tuyo

que estalló en mis labios, e incrédula

en una carcajada por llanto enrarecida,

un beso estremecido me llenó, la… boca.

©Yolanda Arias Forteza

Noviembre 25, 2015, 19:46 hts.


Déjame sentir

Te sigo pensando en ansia de versos que llenan

de esencias sagradas mi boca.

La mente despierta el alma en la mano,

recorre veloz, por las blancas hojas,

de sangre ya rojas por la herida cruenta

de este amor perdido que al paso

del tiempo se encuentra rendido,

de tanto buscarte y tanto esperar

que llegue la muerte y me lleve contigo,

tiñendo bermejo todo lo que toca.

Aliento de mi alma, ahora, esta noche,

me envuelves en halo de un verbo que gime

oculto en mi boca, se adhiere a mi entraña

que se me desboca, pensando que me amas

o, debo estar loca por llamarte mío,

por sentirme amada. Cuando yo te pienso,

aún, el ansia tuya, en labios y cuerpo

temblores provocan. Sé que eres engaño

que a mi puerta toca, y franqueo tu paso;

pues, nadie lo sabe, tampoco lo daño;

aunque ya dormida, susurra en mi oído,

eso que me gusta. Deja que te sienta

fantasma furtivo, que aún soy tu amada

y besas, mi… boca.

©Yolanda Arias Forteza

Agosto 6, 2015, 12:00 hrs.

 

 

 


ABJURACIÓN DE AUSENCIA

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Peldaño a peldaño, cada noche

va escalando tu amor mi frágil escalera

y tu mano comedida desenreda y aparta

la hiedra que a su paso va encontrando.

Asciendes y desciendes despacio el húmedo

trayecto y te detienes. Ases el barandal

y te sostienes, anclado a mis caderas

en rítmicos vaivenes. Transeúnte voraz

que en mi devienes, noche a noche tanteando

la escalera, y buscas el remanso de amor

que te contiene y me das la ilusión

en que tu eternidad me acoge  y me sostiene.

Encuentro clandestino  de dos almas que retan

del destiempo  la miseria amándose en espíritu

y materia, y abjuran de la ausencia del roce

que el destino fatal les impusiera.

Tanta humedad perdida, insatisfecha,

cuánta desolación a par de gozo percibiera

de que la muerte, ya el umbral… acecha.

 

©Yolanda Arias Forteza

Noviembre 16, 2015,  18:10 hrs.

 

 


ATAVISMO

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Aborda con la idea de enamorarme,

en cortejo sutil que me seduzca,

en la boca un beso has de dejarme,

en el que se condense tu deseo.

Inicia con un beso en avanzada,

y en el temblor que asalte mi cintura,

consigue poco a poco me despoje

del escudo que impone la cordura.

Besa, intenso, sé mi amante,

por esta sola noche, en la intención

también, de enamorarte pues, comienzo

a dudar y me repliego, y abandono

la gesta antes de amarte. Enamorados

sí, en un sólo beso, el único prohibido,

inolvidable, ardiente fuego perdurable

en el que quedes preso desde el momento

mismo de… dejarme. Convencida

de que es sólo falacia, la certidumbre

en el amor no busco. Busco una noche

plena en que ame desligada al dolor,

y en atavismo a, la… desesperanza.

©Yolanda Arias Forteza.

Noviembre 16, 2015,12:12 hrs.


CANDADO CIEGO

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Priva en mis versos, la extraña sensación

que me asaltaba cuando niña, de la fila

del grupo las maestras me apartaban,

inocente pensaba, castigada; a luego

resultar que a un escaño de mayor

relevancia estaba destinada, a la obra

de teatro, en el bailable, o un discurso

de entrega de diplomas. Así decido ahora

en lo que escribo. Versos que se atropellan

desplazando unos a otros, intentando

ascender, ser el primero en los escaños

del poema en turno que ávida pergeño.

Alguno se adelanta y por su ahínco se escribirá

el último. Candado ciego que nadie podrá abrir,

la llave tengo, el toque magistral

con el que cierro, corolario será, intruso

desvelado del poema en que me empeño.

©Yolanda Arias Forteza

Noviembre 9, 2015, 22:35 hrs.


DE TU IMPOSIBLE AMOR

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Se desplaza mi vida en la nostalgia.

Quehacer de tiempo enrarecido por ensueños

que en mi mente creo de cotidianidad,

de vida llana, en el  empeño

de que no te has ido, que  aún me amas,

como entonces, vivo.

Si puedes descifrar mi pensamiento

cuánto en él no leerás que te confirme

la eternidad de amor que te profeso.

Cuánto de soledad que en mí se cierne,

percibirás cuando constato con razón

que nadie, de la muerte vuelve.

Cuánto de mis anhelos captarás

en el suspiro, que sin aliento, no exhala

el corazón, aún de ti, hambriento.

Cuánto dolor regado en mi existencia,

¡Tanto! por cicatera… ausencia;

sin embargo, cuánta dicha, al sentir

de tu imposible amor lo que implacable, siento.

©Yolanda Arias Forteza.

Marzo 30, 2015, 11:15 hrs.


CANCIÓN DEL AMOR INDIFERENTE

En genuino estupor he contemplado

la espalda del amor que opuesta yace

ausente, ignorante del muro que levanta

entre los dos. Infranqueable barrera

Indiferente, de rechazo inconsciente,

que adormece y aborta de golpe,

mi intención. Es sutil en el lecho

cada acto, precursor de la entrega.

¡Cuántos cuerpos dormidos en silencio,

separadas las almas! Una noche bastó,

a que comprendiera… La indiferencia

del amante deja en la mente grabada

una lección, en el alma una huella

de abandono, en el cuerpo una extraña

sensación. El deseo, inhibido, repliega

los sentidos a confines que nunca sospechó,

sin caricias perece desvalida la ilusión,

la sangre detenida entre las venas,

en latido pausado, el corazón.  En razón,

una noche es suficiente a notar un amor

indiferente ¡Una noche una, sola… bastó!

©Yolanda Arias Forteza

Noviembre 7, 2015, 10:45 hrs.


ASÍ

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Omnipresente estás en mi memoria,

Omnipotente en mi quehacer presente

Fragua inconsciente de mi sueño infante

Que en ti culmina mi paso a la historia.

Deidad pagana que forjo y renuevo

En tristes versos con fervor de enero

En viento seco, que esparce en denuedo

Semilla, polen, vida por entero.

Yo quiero entregarte  en caro deseo

La ternura toda que, por ti,  poseo

Quiero que me encuentres en cada palabra

En que se estremezca tu cuerpo en deseo

Quiero ser la idea que te desconcierte

El fin, el hallazgo de lo que te aliente

Y sabrás entonces que has sido quebranto,

De mi vida aliento, de mi boca canto.

Has sido arquitecto de lo que ahora tengo,

Así te he querido, así te… retengo.

©Yolanda Arias Forteza.

Enero 8, 2014,  14:07 hrs.


CANCIONES… RUMORES

angel pajarito

En memoria

ALICIA MARTÍNEZ SALDIERNA

28/06/1927 <> 12/06/2014

Hoy lave la terraza y regando macetas

miré el patio contiguo que permanece solo,

sin que nadie en él cante. En uno de los muros

hay un ángel de barro que sostiene en sus manos

un cántaro pequeño, que rodean pajaritos,

ávidos  y risueños. Y recuerdo los años

en que a mí me narraba, una mujer madura

sus recuerdos, sus cuitas y también sus ensueños.

Y mientras trasegaba, entre los avatares del lavado

de ropa  de barrer y quehaceres, cual jilguero, cantaba

y regaba las flores, haciendo planes nuevos.

Extraño sus canciones, sus charlas  y mociones

que a poco, se volvieron carentes de emociones,

la edad se hizo presente, caídas, accidentes

que van debilitando la forma de ir andando,

de encarar  el presente que se está acumulando,

sin proyectos futuros y  en recuerdos ausentes

Alicia era su nombre, su nombre era de flores,

como flor ha dejado, en el patio canciones

de su,  paso…  rumores.

©Yolanda Arias Forteza

Enero 23, 2015