Aferrada
Ya en mis noches no es la soledad
La que quieta en insomnio me mantiene,
Es el hecho de que en mi intimidad
En tus versos mi desvelo se retiene.
Leo y releo y en ellos, te veo. En ansiedad
Tus palabras se atropellan en mi mente
Recorriendo mi cuerpo, impertinente
Un deseo que se reviste de piedad
Piedad, por mí, por ti, por ese sentimiento
Que en los dos se negó a tener un nombre
Y que ahora en espirales, trazos grises
Muerto tú, yo aún viva, no oso calificar.
Lo que creciera en mi pecho, amor
Yo lo nombraría, sin saber qué tú dirías.
Si en tu pecho hubo una herida,
como en el mío se dolía y en temblores
Repentinos, te estremeció la pasión,
Nunca en mi mente hubo acierto;
si acaso, pasara un día que me rumiaras… amor.
El corazón va latiendo. Por costumbre
paso el tiempo, deshojando margaritas
aferrada a esta quimera, ya en herrumbre,
que aún deseo pudiera, nombrar… amor.
Yolanda Arias Forteza
Octubre 27, 2014, 17:56 hr.
Acto de fe
En este invierno que entre gris verdea,
He dejado de lado todos esos pendientes
Que me agobian de más.
Sentada en la poltrona beberé a tu recuerdo
Una infusión caliente con un poco de anís.
Te he de contar quedito lo que ronda en mi mente,
He de hablarte de amor y un poquito de mí.
Te llevo en mi memoria, eterno en mis pupilas
y te diré, mi vida, que siempre te amaré
que me has hecho feliz, que por fin he llegado
a este acto de fe; pues, cada paso dado por ti lo realice,
al llegar a tu vida, en letras encontrado, sin podernos tener.
En un reto al destino, al beber este té, en este invierno,
sola, te beso enamorada, cautiva en tu recuerdo.
En un acto de fe, cada sorbo que bebo,
de tus labios es beso, que en sueños te robé.
Entre dulce y amargo, como la vida misma,
así sabe, este… té.
Canta mi alma
¡Canta mi alma y es voz, el sentimiento!
Es la letra que canta por si, sola.
Y mi mano, tan solo, el instrumento,
Que traduce voraz, mi pensamiento…
Canta al hombre, a la madre, al viento
A la voz, al mirlo y al jilguero
Al sonido de la hierba en crecimiento
Al respiro acompasado de un niño soñoliento
Al contemplar a Dios si miro el firmamento
Al retener mi aliento, si te pienso
A la estrella al lucero, a los cometas
Que tachan con su luz un cielo negro,
Al rayo que lo rompe en su destello
Al Poniente que en traviesa felonía,
Tiñe en rojo, la tarde de la vida.
Privándome del sol a cambio de la luna
A la brisa del mar, la de los bosques,
La de la calle urbana, al refrescarme
Con la fronda magnifica de un sauce.
Canto a todo lo que hay sobre la tierra
A lo que ha de nacer y yace bajo ella.
Canto a Dios porque a diario lo presiento
Y me sabe falible e imperfecta
Y sumisa le ruego me renazca.
Limpia, pura, sin tara ni pecado,Y
me vuelva Poesía…
Al cantar su poder, en mi porfía.
¡Canta mi alma y es voz, el sentimiento!
Yolanda Arias Forteza
Acércate
Acércate a mi vida en pensamiento,
Ligado en intención de ayuntamiento
Vibrando en el perfecto sentimiento
Tú, energía, a mi mente encadenado.
Embriágate de mi alma en la locura
de un fantasmal amante, desquiciado,
mantén a ti abrazado, un cuerpo
que en perenne acoplamiento
al tuyo inerme, permanece… atado.
Yolanda Arias Forteza
(Junio 3, 2015) 22:46 hrs.
Resbala la vida
Ha pasado un año que volvió insistente
Tu acento a decirme que deseabas verme
Que fui amor primero que perduró eterno
Como un sacramento en sagrario ardiente
Te habías convencido que la vida es una
Que va cual tornado y se vuelve inquina
Si no puedes verme, que me amas, dijiste
Y yo sin poder olvidar que encontré el amor
Que llenó de rimas y versos mi vida
que se fue sin verme, que nunca
en sus brazos pudo contenerme
Destino inclemente, suerte incomprensible
Que me acerca a tu alma cuando había
Podido de ti desprenderme, habiendo
Aceptado el fatal destino de nunca tenerte.
Cuando había guardado a canto cerrado
El beso sagrado que a mi boca diste.
Por más de quince años como crucifijo
lo llevé clavado, cuando era tu nombre
El que pronunciaba a labio callado.
Tan segura estaba, te había enamorado.
También te has marchado. De prados vedados
Acudes a verme en noches de insomnio
En que poco duermo, en tímidos versos
De inquietos acentos, te digo de amores,
Cuánto de silencios guardé en mis temores
Que fuiste mi dicha, que los sinsabores
De nunca tenerte llenaron mis prados
de verde esperanza de pudor de lirio
de azules matices en los nomeolvides
que cual relicario de recuerdos grises
preservé prendidos en el corazón.
Resbala la vida de cualquier manera
En túneles huecos de ilusión y pena
Mis ojos no alcanzan a mirar la luna
Y el alma dormita; cansada de espera
Se ha vuelto sumisa, solo te platica
Nuestro amor truncado, de besos no dados
De todo eso nuestro que tú te has llevado.
Yolanda Arias Forteza
4Cristina Ocaña, Graciela Villaseñor y 2 personas más3 comentariosMe gustaComentar
Poesis
POESIS
Yo te busco Poesis, escondida
Entre burdas palabras confundida;
Mas, has de deslumbrarme en el ocaso,
Cuando renazca en la ilusión perdida
Cuando descubra que el Amor alienta
En cada ser que este planeta anida
En el más dulce sonido que se vierta
Y el acervo más puro y más perfecto
Con que expresarse pueda el sentimiento.
En la razón, el corazón acierta
A encontrarte en la esencia de la vida
En el quehacer que inspira el intelecto
En el roce del beso más querido
o aquel no dado, por discreto.
Y emitiré mi canto, en llanto confundido
Y elevaré a los cielos mi pasión perdida
Y seguiré luchando, hasta encontrarte en vida
Aunque esquiva pareces, en mi estás retenida
Y llegarás un día a enseñorearte
En todo lo que soy, por lo que he sido,
En la promesa de un amor perdido
Que en ti se solazó cuando llegaste.
Alcanzaré mi canto más perfecto
Al declarar en ti lo que concibo
El más sagrado don, un verso… puro.
Así valdrá la pena
En tanto desamor haber vivido
Y con tanto dolor, haber crecido.
Para encontrarte a ti,
Al fin de mi camino Poesis, he nacido.
Yolanda Arias Forteza.
Marzo 20, 2016. 13.00 hr.