***Liras de sentimiento y belleza *** Yolanda Arias Forteza

Archivo para febrero, 2016

DERRUMBE

En la insistencia de un amor sublime

persiste el alma mi bien, por encontrarte;

estando atada en terrenal urdimbre,

no atina al modo o tiempo a desatarse.

He de seguir penando tras tus huellas,

sumida en el letargo de la espera,

acariciando sombras en la noche

en que tú, fantasmal, te aparecieras.

Mas no vienes; si estás, quién lo supiera

¿acaso el alma por mortal quimera

pudiera amar en terrenal anclaje

en su trasmutación divina de equipaje?

Incógnita banal que me desvela.

¿porqué razón habrás de recordarme?

Otra mejor tendrás en el quehacer

que engrandece en el alma sus perfiles,

¿serás aún poeta en los confines

e inspirará tu canto a Serafines?

¡Cuántas dudas terrenas me consumen

Cuánta porfía, terrena certidumbre,

de un encuentro final,

que en agónico estrago se derrumbe.

©Yolanda Arias Forteza

Enero 9, 2015, 10:45 hrs.


COSAS

Hay cosas en el mundo que encuentran

acomodo y llegan a mis manos solas,

de algún modo. Pasarán muchos años

sumidas en cajones de muebles olvidados

ocupando rincones.  Tantas cosa banales

que me da por juntar y tantas otras bellas

que a veces se me van y dentro en los cajones

que ahora abro al azar, encuentro un algo

que me lleva al lugar de vivencias y arraigos

que  ya he dejado atrás; algunas, por triviales,

a la mente me traen sonrisas y recuerdos,

y las que más importan, esas me, hacen… llorar.

©Yolanda Arias Forteza

Enero 12, 2010, 6:00 hrs.


DISTINTO, DE TODOS

Bésame en el alma. Bésame distinto,

a todos los besos que a otras has dado.

Enciende mi piel al sentir tu contacto

y serán mis labios de pasión temblando,

la huella de bocas que antaño tuviste,

bebiendo humedades, mentiras, verdades,

y que ahora regresan en el ansia loca

que me desespera de besar tu boca,

porque no he sentido tu labio en mi labio,

por esta distancia que nos tiene a diario

viviendo quimeras, deseando que todo

lo que nos rodea, de otro modo fuera.

Bésame sonriendo, bésame llorando,

gimiendo en el cerco de un abrazo lento

en que vivo ahogando este sentimiento

que oprime mi pecho y me está matando.

Bésame distinto; pues, distinto eres.

Ansia de mis mares, de mis soledades,

motivo perfecto de todo lo que  hago,

lira de mis versos, en los que te canto.

Distinto de todos, bésame en el alma.

© Yolanda Arias Forteza

Mayo 11, 2015


DE AMOR Y MUERTE

 

 

Hoy quiero morirme de tristeza,

soy una rama rota desgajada

que no encuentra asidero y se deja caer,

pues nadie la reclama. Hoy quiero

trascender en desaliento, en el dolor

que atenaza la boca, el corazón

y la garganta, sin poder emitir algún

lamento.  Yacer desnuda en inframundo

donde el silencio todo lo rebasa. Callar,

sin consentir que estoy callada,

cuando el grito escapa como lanza

a estrellarse en escudo acorazado.

Morir de amor, desarrapada, sucia,

abandonar la plaza, quedarme

arrinconada en la distancia, diluirme

en dolor y destemplanza.

No quiero más, ser yo. Hoy, no al amor,

a la muerte se inclina, la… balanza.

 

©Yolanda Arias Forteza

Junio 8, 2015, 19:22 hrs.

 

 


PENSAR

Si existiera algo que grabar pudiera

La reflexión, el pensamiento humano

El preciso instante en que nuestra mente

Se introduce inquieta e indaga en el Arcano

Quien lo intentara y quisiera auscultarlo,

Pétreo quedaría, por osar mirarlo,

Ahí descubriría el pecado humano

Heroicas entregas del ser sublimado.

Lo más exquisito del quehacer humano,

Gimiendo en infiernos, volando universos.

En cada manera vive un pensamiento

Todas las acciones generan reacciones

Torcidos caminos nos da el sentimiento

En cada cabeza, distinta razón

Si verter pudiera todo lo que pienso

Mientras mi ser vuelco con dedicación

A bordar, guisar, limpiar o lavar

Mientras yo me baño o acomodo cosas

Que están siempre, siempre, fuera de lugar

Cuánto no diría, cuánto escribiría,

Saltando incoherente, secuencia sin par

Charla universal que la mente abarca

Perfecta, directa sin un tropezar.

Hilando inmortal el alma a la carne

Pensando, pensante… en su caminar.

©Yolanda Arias Forteza

Octubre 12, 2004, 13:15hrs


INFIERNOS

 

Si mis gritos no te llegan

Si nada de lo que he dicho

Tu corazón ha tocado…

Si necesitas de un trago,

Para venir a mi lado,

De piedra tú te has forjado

En roca, te has transformado.

Sólo inerte tu podrías

Detener el movimiento

D´este amor que cual tormenta

Gira en torno de tu mente.

Piedra eres, roca eres

Dime por qué te concibo

Tan dulce y suave…

Inconsciente.

De noche, cierras oídos,

De día, qué te entretiene,

Dices vivir en infierno

Quizás hasta eso es deleite

Vive el cielo que yo vivo

Cielo que volviste muerte

Todo por no estar contigo.

Mentira tu amor ¡Mentira!

Soy sólo ideal, en tu mente

Mientras, quedo desangrada

Recibiendo de repente,

Una llamada inspirada,

Por un trago de aguardiente.

Promesas de amor eterno

Que se quedan en el tiempo

Que se diluyen clementes

Al terminar tu llamada.

Tú, regresas a tu infierno,

Y yo, me quedo… en la nada.

Dices vivir en infierno,

El mío… tu desamor.

¿Sabes de infierno… mejor?

©Yolanda Arias Forteza

 


UN MINUTO

 

 

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Te has quedado idealizado en un abrazo

Largo, inacabable, atormentado,

En un atardecer que entre tus brazos,

Me regalaste un verso, trovador, cantado

 

Bajo un cielo azul índigo, estrellado.

No eran palabras tuyas, pero tú las sentías,

Con  la canción temblando me decías:

“Amor, no te vayas de mí, no me dejes así,

Que no ves que no puedo vivir

Ni un minuto tan lejos de ti…”

 

Y ha pasado el minuto, hora tras hora

Y día tras día, semanas, hechas meses,

Y vivo en un minuto que es eterno,

Que contiene mis horas y mis días.

 

Un minuto que, en mi melancolía,

Esperando el abrazo que lo alivia,

Me atrapa en un infierno calcinante

Tornándolo en destino intolerable.

 

¿Cuánto dura una estrofa en una trova?

Un minuto tal vez, o quizá menos;

Mas, por ese minuto que me diste,

Te he regalado yo este verso triste

 

Vertido en esta insomne noche negra

Que no logra callarse mi reproche

Nutriéndose en la insana lejanía

Que tú aceptas vivir, noche tras noche.

 

Y con este mi minuto de agonía,

Victorioso quedaste, mientras yo…

¡Me moría!

 

©Yolanda Arias Forteza

Junio, 2003