Temeridad
Después de tantos años de envejecer
sin pausa, de desearte y pensarte,
antes que muera el ansia que siento
a desnudarte, hoy decido tomarte
en cuerpo y alma amarte, por fin
hacerte mío. Ha de rozar mi mano
toda tu ardiente piel y soltaré
a tu ruego, mi melena tardía
mancillando de plata el ardor
de tu hombría. He de tomar entero
lo que tú no me has dado; pues,
ya el tiempo se esfuma,
sin tocar o mirar sin probar.
Sin saber de tu vida
así, tú de la mía, ardiente
cual la flama que incendiara mis ojos
al besarte aquel día. Un chantaje
perfecto, en descarada orgía,
ya no serás… secreto,
y saldada la deuda,
tal vez pueda tu nombre,
develar mi poesía… Romperás
mi pudor en terrible osadía
y recordarás llorando que me atreví
aquel día cuando en versos te diera
cuánto en beso pedía. ¿recuerdas?
Sólo un beso, era uno, a recordarte
siempre. Y, cumplí mi promesa, el beso
que temblando a mi boca le dieras
fue de muerte sentencia.
Si no hubieras hablado,
y tampoco jurado amarme
eternamente, ya lo hubiera olvidado,
no más enamorada, el beso y tú serían
sólo, temeridad.
Te he tomado y guardado. En el corazón
amado, en mi mente grabado. Adscrito
estás en versos, para la eternidad.
Yolanda Arias Forteza
Mayo 10, 2010
¿VIENES?
Noche a noche me he ido consolando;
pues, cuando te busco tu presencia
acude ineludible a mi reclamo. Una cita
de amantes clandestinos, yo con vida,
tú vagando en confines infinitos.
Tu presencia me envuelve en un ensueño,
donde la irrealidad se enseñorea.
En el molde sensual de mis ideas
de mí te adueñas, me estremezco
en el dulce temblor que te presiente.
Voy a la cama, ahora… ¿vienes?
Yolanda Arias Forteza.
AZOR RADIANTE
Aguaceros de junio se derraman en mi alma,
ramalazos de vida, cada gota del agua rumorosa
trae tu aliento de amor. Es en las cosas nimias
que el alma se rebosa en recuerdos de un ayer
que sustenta el presente que tengo
y me entretiene hundida entre las hojas
de un cuaderno de versos que desdoblan,
en aliento de ensueño, el pensamiento,
volutas disparejas de una niebla que surge
de tu paso en mi memoria. No te olvido
y no quiero olvidarte, aún te amo al paso
inexorable de las horas de este tiempo
que me antoja feliz discernimiento,
más que vida consciente de tu ausencia.
Eres fuego alentando mis pasiones,
brisa eres refresco de emociones
que pululan en medio de mis penas,
del doliente pesar que me atenaza
cada noche que pasa mi garganta
sin que surjan gemidos que te alcanzan.
Te has marchado por fin, ya no te siento
ni alienta ya tu aliento aquí en mi boca
y me niego a aceptar tal abandono,
vuelve a mí ectoplasma del que adoro
a evitar que al morir en mi memoria,
yo me esfume también, junto a tu historia.
Ven aquí, otro rato a ras de tierra,
estremécete aún entre mis brazos,
en tu espacio no estoy; mas, sin ti muero.
El cielo no se irá, puede pasar de ti.
Bien, pudiera… esperar, a que yo muera
y milano espectral, azor radiante,
en luz, nos… convirtiera.
Yolanda Arias Forteza.
UN RETRATO (Enero 8, 2015) 11:35 hrs.
No me mires, Amor, que me derrites.
Fundida estoy al hondo de tus ojos,
descubro tus anhelos si persistes
y encuentro en tu mirada mis antojos.
Ese gesto sensual en que adivino
que me sabes de ti enamorada.
No intentes ocultarlo; ya he notado
que tú sabes en mí lo que provoca.
Cuando piensas en mí, te estoy pensando
y ha poco que voy imaginando que,
de algún modo, te has ido enamorando
y me buscas en silencio por las noches
adherido tu cuerpo a mi costado,
susurrando de amor tus intenciones.
Tengo el cuerpo colmado de pasiones
y el alma ya, sin huellas de abandono
Amo tu alma, tu cuerpo y tu mirada
desde el mudo retrato en que me observas,
elocuentes mis versos se desangran
en tus ojos que atentos me desvelan.
¡Mira siempre! que yo te estoy mirando.
Corro un dedo y voy acariciando tus sienes,
tu boca, esos labios que tanto me provocan.
Aún persiste el amor que eterno te jurara
y nunca imaginé, densa locura refrendara,
a un retrato que mudo, me… mirara.
Yolanda Arias Forteza
SEPARADOS
En el alma permaneces escondido
Y en cada palmo de mi piel, dormido
Tu nombre lo pronuncio en cada uno
De otro nombre que en el labio digo
Y tu huella la piso a cada paso
Sin tú saberlo, ni nadie, te persigo.
Con mi mano el rostro te ilumino
Y acaricio tu cuerpo, transparente
Y respiro con el eco de tu aliento
Denso viento, estático, de junio
Torrencial aguacero de septiembre,
Es la lluvia también, tu continente.
Nunca duerme tu amor en mi locura,
Siempre en vela anhelo tu regreso
Un febrero lejano, me dejaste
De amor la marca, el corazón impreso
Sello fatuo que en sueños permanece
Volviéndose dolor, cuando amanece.
Amantes de camas retiradas
Distancias que se funden en el tiempo
Espacios que se acercan en los vientos
Palabras que se gritan en silencios.
Hermanados en alma y, sin remedio
Separados, por Sinos y por tiempo.
Yolanda Arias Forteza ©
En un sol de verano y mediodía
En un sol de verano y mediodía
Se calcinan las flores de mi vida,
Flores que deshojaron mi alegría
En franca carcajada y rebeldía.
Juventud que se fue sin que la viera,
El tiempo la retuvo en mis quimeras,
De que jamás el cuerpo envejeciera,
Y el corazón por siempre joven fuera.
Mi paso, sin querer, se ha hecho lento
El corazón ya no desborda aliento.
El azul en el cielo es más intenso
Y el olor de la hierba, más presente.
Con intensa pasión mi alma devela
Todo oscuro recodo en mi memoria
Nada escapa al alcance de la historia
Que he de contar sincera por mí sola.
He de aceptar confiada el fin del cuento
En que soy principal protagonista
Nada, nada pasó por accidente,
Todo, producto fue de mi deseo.
Yerros y aciertos, conforman desafiantes,
La persona que soy y la que ostento,
Satisfecha, al final, feliz me encuentro
Con la forja de mi alma y de mi cuerpo.
La presencia que quise, ahora la tengo,
Mi espíritu se alienta en esperanza,
Amo, con el fervor de amor primero,
Y lloro aún, con lágrima acerada.
Nunca se fue el Amor de mi mirada,
Así quiero morir… ¡Aún no he perdido nada!
Yolanda Arias Forteza
POESIS
POR VANA QUE PAREZCA LA POESÍA,
ES LENGUAJE DEL ALMA QUE NO ENCUENTRA
EN QUIÉN VOLCAR SU BENDECIDA GRACIA
EL CALCINANTE AMOR QUE LA CONSUME
Y LA INSACIABLE SED, QUE NADA CALMA…
… ¿ALGUNA VEZ, PODRÉ CON MIS PALABRAS,
CON UN FERVOR DE VERSO POSEÍDA,
ALIVIAR UNA PENA, REGALAR, UN… ENSUEÑO?
Yolanda Arias Forteza
Yolanda Arias Forteza
TIERRA DE VIOLETAS 
Debe estar conectado para enviar un comentario.