Indecible lenguaje
Es la Poesía, expresión del alma
que el labio no se atreve a pronunciar,
indecible lenguaje que se escuda
en un verbo de cadencia singular
Llora el alma, sin pena ni recato,
gime el pecho, estalla el corazón
y el sentido sensual es en la entraña
el recinto que incendia la pasión
Tiembla el labio, la mano sudorosa
estremece la carne, la razón se maldice,
se besa, se posee y el drama ineludible
de la muerte se vive hasta el final.
Raso el vaso de hiel, verdugo lento,
el lápiz desliza, desvalido, un verso.
Cercano, a la…oración.
Yolanda Arias Forteza
Noviembre, 2016
Perverso, azul
Tonos azules, del firmamento
Desembocando en mares de luz,
azul cobalto, iridiscente
sin un confín, se unen al cielo
de azul añil. Sigo tu huella
En el infinito y entre las nubes
del pensamiento la mar salada
fluye en mis ojos en tono gris.
No encuentro luces o iridiscencias
En el océano de tu abandono
Es mi conciencia, perverso azul.
Llantos de ausencia. Me, faltas… tú.
Yolanda Arias Forteza
Noviembre 11, 2016. 13:20 hrs.
En… soledad
Cuatro meses de amar ilusionada
que concluyen en burda mascarada…
Y regresó a mi vida la esperanza
de que el amor volviera en melodía
en este corazón que el medio día
se ha propuesto trocar en triste ocaso;
mas, sólo ha sido un sueño irreverente
por falaz temido, consecuente
a la absurda travesía que paso a paso
de gris marca el destino Aislamiento
será, como ya ha sido; porque la libertad
no acepta compañía, la independencia
y la autosuficiencia tienen un costo
que por ende se paga, en… soledad.
Yolanda Arias Forteza
Noviembre, 2016
Vitrinas
Hay un lugar sagrado de recuerdos
Donde las madres guardan sus tesoros,
Frágiles copas, vajillas elegantes,
Que son, entre otras cosas
Recuerdos de familia y agasajos.
Ahí guardo la taza de mi madre,
Ordinaria, corriente, desgastada
Por el paso inclemente de los años
Que pasaron ya sin que la usara.
Desportillada, unida, es a mis ojos,
Tesoro vivo del café que amaba
Que a sorbos pequeños degustaba,
Rito incansable del café de grano,
colado en lino limpio cada tarde
En esa vitrina de cosas amadas,
Es lo más frágil sin ser porcelana.
Recuerdos de viajes, cucharillas,
Tazas, dulces codiciados, catrinas,
Puntillas preciosas, sin querer usarlas,
Cristales de Austria, alguno Bohemia,
Botellas vacías de un Champagne caro,
Bebido en la Boda del hijo que yo amo,
La fuente de dulce de ángeles y rosas
Vela del Bautizo en espera secreta
De verla encendida en la Comunión
De esa mi Regina, mi pequeña nieta.
Una vez al año, la arreglo preciosa,
Al paso del tiempo, regresa el desorden.
Cosas que se usaron, cosas que llegaron
Cosas, cosas ¡Inútiles cosas!
Que guardo en vitrinas,
Que guardo y resguardo
Arraigadas, loca… en el corazón.
Yolanda Arias Forteza
Diciembre 10, 2004
De tu silencio, eterno
Vagando voy en pos del sentimiento,
Vencida en el letargo de mareas
Que me legó, de ti, tu pensamiento
Indago y redescubro, y cuanto más
Me adentro entre tus letras, más ignoro,
Más ansia de saber, más que te invento.
Eres ruta vital de mi existencia el mapa
En que se mueve mi universo, el sendero
Febril de mi elocuencia. La inspiración
De toda la inocencia que en la pureza
De mi amor porfía por entregarte a ti
Mi sentimiento. Letras de luz derramas
En mi mente. Mi sentir, lo que tú sientes,
Versos del más allá que en mí se vierten
Prolongando tu vida en el presente.
Quédate en mí, inspiración divina,
En un soplo de amor inteligente.
Ilumina mi mente y con incandescente
Aliento, deja en mis labios tu palabra viva
A que siga cantando al universo entero,
Con voz entrecortada no sé, si equivocada,
De tu silencio eterno lo, que… sientes.
Yolanda Arias Forteza
Junio 9, 2016
Un, sueño
Bajo un manto de luceros y de estrellas,
firme la planta de ilusiones llena,
de anhelo aún henchido el corazón,
posaba sobre el limo de las piedras
pintadas con rocío de la alborada,
emulando el paisaje de un pintor.
El fino trazo que un verso desvelado
dibujó, jamás llegó a enunciarse,
fue un sueño sólo el fantasmal paisaje,
que a su paso la, aurora… disipó.
Yolanda Arias Forteza
Junio, 2016
Paradoja
Paradoja, es el vértice
Donde lo posible y lo imposible converge,
Para luego separarse y, sin embargo,
Quedar unidos irremediablemente.
Paradoja sería
Que al volverte a mirar,
Después de tanto llanto
El ojo como el mar,
Se pudiera secar.
Que el pecho estremecido
Por pasión de huracán,
Ni siquiera temblara
Al volverte a encontrar.
Que soñando que te amo,
Un día me despertara
Y te esfumes de mi alma
Y no te sueñe más.
Encontrar, mirar, soñar,
Y ya no más, amarte.
Paradoja, ya fuimos.
Nuestro encuentro, el… final.
Yolanda Arias Forteza
Noviembre, 2003
Yolanda Arias Forteza
TIERRA DE VIOLETAS 
Debe estar conectado para enviar un comentario.