***Liras de sentimiento y belleza *** Yolanda Arias Forteza

Archivo para abril, 2022

Atemporal

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En un rincón de mi pecho

Sigue encendida una llama

Que no se quiere apagar

Verde vibra la esperanza

De que algún día llamarás.

Un cumpleaños festejar,

Aniversarios que pasan

Del día que nos conocimos,

En el que un beso nos dimos,

El de un luto, a recordar.

Pero no celebras… nada

Nada quieres recordar.

Y yo, me niego a olvidar.

Que objeto las fechas tienen

En un alma atemporal,

Sin calendario, ni historia,

Sin inquietud o pasión.

Atemporal me supiste,

Enamorada de ti,

Atemporal, será el día

En que me olvide ti,

Y en un recuerdo…

Sin tiempo,

¿Existirá algún momento,

En que te acuerdes de mí?

Yolanda Arias Forteza

Febrero, 2006


Aún, sin conciencia

Los primeros recuerdos de mi infancia

Siempre tienen de marco la casona

Que en Celaya viviera, en Guanajuato.

Las enormes estancias, conectadas

En rectángulo, al centro, enorme el patio

Donde añoso un jazmín se estacionaba,

Centinela feliz de ensueños y de andanzas.

A la riata saltando, con canicas

Jugando  matatena y mis hermanos,

Con un ojo tapado por un paño

y la espada de palo, a los piratas

Tiempos idos, tan plenos de inocencia,

Sobremesa de charlas con paciencia,

La sonrisa comprensiva de mi madre

De las penas que apañan los infantes,

Y las dudas que enormes los asaltan,

Con su abrazo de dulce complacencia,

Mis pueriles temores, disipaba.

Tiempos esos de dura resiliencia

De guisar con carbón y con ocote,

Acre olor,  encendiendo los braseros

En hilera, venteando el soplador

En rítmica comparsa con las llamas

Avivar el hollín y las chispitas

que saltaban brillando contra el lóbrego

fondo del recinto, la cocina de piedra

hasta lograr en brasa, arder la leña.

Y la ingrata tarea que conllevaba

De limpiar el hollín de las sartenes

Y las brasas enfriar hasta dejarlas

Blanquecinas, reducidas a cenizas

Genuina fortaleza de mi infancia,

Las carencias de entonces, que ahora

En la distancia,  me parecen sublimes.

Ensueño es de delantal, en un portal

de ausencia, por demás…exquisito.

Incide en mi memoria, inolvidable

La visita aterradora de un roedor.

La batalla campal yo, descompuesta

Mis gritos de terror irrazonados

hacían que el drama comenzara

Hasta que huía de ahí, despavorido.

Cuánto más por decir de la casona,

Refugio familiar, que rememora

Mi fugitivo andar, en la deshora

Donde tuvo lugar la coincidencia

De soñar y de amar sin cortapisa

Debajo de un jazmín aún, sin… conciencia.

Yolanda Arias Forteza

Feb. 6, 2021.  19:00 hrs.


Ausencia

Ingrata Ausencia que abrieras

Un surco en mi corazón,

Dime que sentido tiene

Si no has de sembrar amor

Pues la semilla que plantas,

Por ser tan pequeña y vana,

Antes de nacer, murió.

No intuiste, ni supiste

Que la tierra que sembrabas

Aún era capaz de dar

Una cosecha de trigo,

O un campo lleno de azahar

Para perfumar su alma,

Para su hambre saciar.

Yerma mi alma se queda

Surco abierto, sin sembrar

Y mi llanto se parece

A la lava de un volcán

Que derretida encandece

Que no moja y cristaliza

Que resbala entre la herida,

Haciendo que duela más.

Ay, Ausencia, tú me matas;

Pero, más me matará

El saber que estando cerca

Mi surco no ha de sembrar.

Yerma el Alma encontrará

Erosionada, reseca…

¡Como roca de volcán!

Yolanda Arias Forteza

Octubre, 2003


Encuentro

 

¿Por qué? será que el hombre

Que raras veces viste

En un giro fugaz,

En un pasar de lado

Es ése a quien recuerdas,

Deseando haberlo amado.

Volando en nuestra prisa,

Los autos se emparejan,

Él recogía a sus hijos

Y yo iba por los míos

Se encuentran las miradas,

Saetas imantadas.

El campo agreste, seco el ambiente

Quemante el sol en la reseca hierba.

Viento de primavera, inclemente,

su corbata y el saco, mecía,

Despeinando el cabello

Que arrogante lucía.

Erguido en un montículo,

El tiempo lo retuvo.

Desafiante el pasado, distante,

Su imagen no ha borrado.

Retadora, insistente,

Su mirada decía,

Yo te busco a mi paso.

¡Ojalá, fueras mía!

¿Por qué? es perenne el gozo

De saber que fue tuyo,

El que nunca has tocado.

¿Por qué? será que el beso

Que nunca recibiste,

Es el más anhelado

¿Se acordará de mí? 

Yo, a veces, lo recuerdo

Parado en el montículo,

Como estatua viviente.

Incólume en el tiempo

Deseando, haberlo… amado.

Yolanda Arias Forteza

(Junio 18, 2003)


Adiós

Adiós  (Abril 10, 2005)

          A Rafael…

Adiós, hermano amado,

Mi vínculo sagrado,

Recuerdo encadenado

A una infancia clemente.

Agobiada en esfuerzo,

Salpicada de gozo.

De niños, gozos simples,

Nos brindaba mi madre,

Revestidos de encanto.

Ritos inolvidables

Solidario… denuesto

En puja desmedida

Aceptando los retos.

Ofrendaste tu vida.

Enseñaste respeto.

Orgullosa siembra eres,

De lo que fuera…¡Nuestro!

Adiós, hermano amado,

Amantísimo esposo

Padre, siempre obligado

Dador clemente,

Creador insatisfecho

Del arte… el horizonte

Tus obras, por ti hablan,

Sembraste en quien amaste

Semillas de riqueza

Ejemplos de certeza

El éxito a tu paso

Estandarte animoso.

Si mamá te contempla,

Y papá te mirara,

En el cielo su orgullo

En derrame de estrellas

Mis lágrimas tornara

Porque, ya … no te tengo

Porque nunca, tu risa,

Porque tu mano… nunca

Por tu abrazo, segado,

Y la vida no entiendo,

Sin nunca más, mirarte,

Sin un beso no darte,

Adiós… Hermano, amado.

Yolanda Arias Forteza